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Gaceta Arqueológica de Sevilla. Creada en la ciudad de Sevilla a 12 de marzo de 2010

lunes, 15 de marzo de 2010

MONTELIRIO. DOS CARAS DE UN MISMO YACIMIENTO



Recientemente han terminado las excavaciones arqueológicas en el BIC "Dolmen de Montelirio" con resultados que probablemente permitan una mayor comprensión, no solamente del fenómeno dolménico en el Bajo Guadalquivir sino, de la sociedad que construyo ese tipo de monumentos en el Aljarafe sevillano. Sin embargo a muy escasos metros del BIC se hayan, en total estado de abandono desde hace unos años, toda una serie de estructuras dolménicas y funerarias que corren distinta suerte a la del BIC.
Algunas de estas estructuras funerarias ya no se encuentran "in situ" ya que tras su excavación fueron desmontadas, mientras que otras fueron excavadas y actualmente se encuentran "in situ" a medio camino entre la conservación parcial bajo tierra y el abandono a su suerte, a las inclemencias meteorológicas y al civismo de las personas que conviven con las estructuras y que a día de hoy parecen ser sus mayores defensores. Conservación parcial bajo tierra por que interiormente han sido de nuevo colmatadas con aportes limpios; pero abandonadas a su suerte por que no han sido cubiertas completamente sobresaliendo en la actualidad las lajas de pizarra que conforman las estructuras dolménicas y funerarias diez-veinte centímetros por encima de la superficie, acompañándose de elementos metálicos (gavillas y tochos de hierro) que se oxidan a la interperie mientras supuestamente consolidan las lajas de uno de los dolmenes. Sobre la parcela encontramos cambios bruscos de cota que generan islas provocadas por el rebaje de las margas, conteniéndose en esos bloques de margas que se sobreelevan del resto del terreno estructuras funerarias.
El entorno inmediato al BIC Dolmen de Montelirio podría ser la otra cara de un espejo o de una moneda. Se podrá achacar a falta de medios, o a falta de interés de las administraciones públicas, pero lo que importa es que un área de amplias posibilidades culturales y con un alto valor patrimonial se ha convertido en la cara oculta de la luna. Lo que no se ve, y de lo que no se habla no existe y no da problemas. Y lo que realmente no se ve es intención alguna por planificar un proyecto de futuro inmediato para ese punto concreto situado a escasos metros del BIC. Y de lo que no se habla es de que una vez excavada, la necrópolis dolménica que se extiende junto al BIC se encuentra actualmente en total estado de abandono por parte de las administraciones competentes y con un aspecto visual que muestra una realidad. La realidad que se ve cuando uno realmente quiere mirar.

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