Vista de valla perimetral en aluminio en calle Uruguay
Heliópolis es un barrio pensado en sus orígenes como exclusivamente residencial con un urbanismo orientado hacia el interior. Las casas son chalet individuales o adosados de color blanco con azoteas y tejados a cuatro agua que se rematan con cráteras cerámicas. Estas casas están siempre acompañadas de jardines, y en algunos casos de patios traseros e interiores. Los amplios jardines que contornean las casas se encuentran plantados con todo tipo de especies vegetales, algunas de indudable valor, uniéndose a esos focos verdes de disfrute visual para el paseo, las arboledas del acerado, las dos pequeñas plazas interiores, el casino y el mercado de abastos. Todo ello en el 29 y todo ello se conserva a día de hoy con transformaciones que en su mayoría han consistido en ampliaciones de las estructuras originales con el objeto de ganar metros cuadrados, pérdida de cráteras cerámicas, sustitución de grandes árboles del callejero por naranjos, y que se han venido desarrollando durante los últimos 80 años sin excesivos cambios para el concepto inicial bajo el cual fue construido Heliópolis.
Sin embargo en los últimos tiempos estamos asistiendo a cambios que si podrían estar desvirtuando ese concepto urbanístico unitario con que nació el barrio. Algunas casas han mutado de color, y están mutando de color, adoptando la nueva moda sevillana de la tonalidad "albero"; en numerosos casos las cráteras cerámicas que rematan las casas son sustituidas por remates, en algunos casos vidriados, que no tienen nada que ver con los originales; igualmente algunas vallas perimetrales han sido transformadas, llegándose al caso de ser sustituidas por elementos metálicos "incomprensibles" para el discurso estético con el que se concibió el barrio, desvirtuándose poco a poco el valor visual de las calles como puede comprobarse en el hotel situado en la calle Uruguay.